sábado, 12 de octubre de 2013
Crítica de Cazadoras de sombras
Batiburrillo insustancial.
En esta ocasión seguimos la aventuras de Clary Fray, una chica aparentemente normal, pero que resulta descender de una familia de cazadores de demonios.
Su vida dará un vuelco cuando su madre es secuestrada, y ella deba unirse a otros cazadores para ser instruída y salvar al mundo.
Coged una batidora y mezclad cazadores de demonios metrosexuales, demonios, vampiros góticos, licántropos moteros, y una pizca de relaciones destinadas al fracaso.
El resultado es un pastiche de muchas películas que hemos visto últimamente, pero en este caso con mucha menos personalidad.
Tengo que decir a favor de la protagonista (Lilly Collins) que lo hace bastante bien en su papel, a años luz de la protagonista de Crepúsculo.
Resulta ser descarada y graciosa, por lo cuál le da cierta vidilla a la película, donde casi todo el mundo tiene un pasado que le atormenta.
Las relaciones amorosas están metidas con calzador, son excesivamente forzadas, y en ningún momento consiguen emocionarnos.
Lo mejor del guión es, sin duda, cuando dicen que Johann Sebastian Bach fue un cazador de sombras.
En ese momento la mitad de la sala comenzó a reir y con razón XD.
Los efectos especiales nos dan una de cal y una de arena, en ocasiones son aceptables y en ocasiones dan vergüenza ajena.
En conclusión, nada recomendable.
Imagen extraída de http://www.themortalinstrumentsmovie.com/
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